VARA ¿PRÓXIMA PARADA VOX?
JUDAS G.F.V.Es sabido que Guillermo Fernández Vara (Olivenza 6 octubre de 1958) se pasó de Alianza Popular (AP) al PSOE de Ibarra, aunque es necesaria una pequeña mención a ese pasaje para poner en antecedentes al personaje. Fernández Vara es hijo de un fiscal franquista (1945) que llegó a juez del Supremo y de una terrateniente, ambos ultraconservadores y muy cercanos al franquismo. Estuvo desde los 8 hasta los 16 años internado en el elitista colegio de los jesuitas de Villafranca de los Barros. E hizo amistad con Antonio Hernández Mancha, quien llegaría a ser presidente de Alianza Popular tan sólo diez años después de proponer a Guillermo para que se afiliara a las Nuevas Generaciones de AP. La foto de su carnet de Alianza Popular posiblemente la haya visto medio España.
Sin cambiar de ideología, sí de "profesión", de AP Guillermo pasó interesadamente al PSOE de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, de quien cultivó su "amistad" al socaire de que eran vecinos en una pedanía de apenas 20 habitantes llamada Santo Domingo de Olivenza ¿Qué sentido tenía que Guillermo, natural de Olivenza, comprara una casa y se instalara en la pedanía siendo vecino de Olivenza sino fue buscando la cercanía del aislado humanamente sátrapa regional ?
Ibarra, entonces en su soledad de marido abandonado, agradeció la consolación mostrada por Guillermo, fuertemente impregnado de las hipócritas formas jesuíticas, y lo nombró primero, en virtúd de su dedo, director general en 1995, más tarde consejero y finalmente su delfín y heredero a la Presidencia de la Junta de Extremadura en 2007 desde donde controló el PSOE regional, ya que ZP había vetado al viejo cacique como candidato. Hasta la fecha Vara, con 60 años, ha ejercido su profesión de forense apenas 9 años, y lleva en la alta política, desde donde busca jubilarse, 23 años.
Cuando en 2016, hace dos años, la Ejecutiva del PSOE le plantó cara a Sánchez, Vara fue uno de sus mayores opositores y detractores públicos, siempre de la mano de Susana Díaz. La hemeroteca está plagada de declaraciones de Vara exigiéndole a Pedro Sánchez que se abstuviera para permitir la investidura de Rajoy, calificando de gran error que Sánchez tratara de ser investido. “Si se pacta con los independentistas, probablemente me iría —del PSOE— detrás de Ibarra”, dijo Vara en septiembre de 2016. “No puedo sentarme a gobernar en la misma mesa de los que quieren romper España”, añadió en la misma entrevista.
Pero todo cambió cuando hace un año Pedro Sánchez fue elegido secretario general del PSOE en unas primarias frente a Patxi López y Susana Díaz, a la que apoyaba Vara.
De nuevo Guillermo se vio obligado a cambiar de chaqueta y enseguida se convertió en el principal defensor de Sánchez.(A muy pocos días de vencer Sánchez, sin ningún pudor viendo amenazado su estatus político y por ende el económico lo que le aterroriza, por su colosal metedura de pata, Vara viajó a Madrid para, a petición suya, almorzar con Sánchez y arrastrarse rendiéndole ya entonces pleitesía). Al igual que Pablo de Tarso se convirtió cuando se cayó del caballo, Fernández Vara se hizo pedrista de repente, y coincidiendo también en el tiempo con que Pedro Sánchez, tras ganar las primarias también en Extremadura, presentó a una candidata que le disputaba en su nombre la secretaría general a Vara en Extremadura. Vara se convirtió y la candidata pedrista, Leonor Martínez Pereda con un curriculum prolijo en cargos públicos desde los mandatos de Ibarra, retiró su candidatura, a cambio del bien pagado puesto de gerente del Instituto de Consumo de Extremadura que todavía disfruta (Desde donde ha sepultado el escandaloso caso promocionado por Vara de los teléfonos móviles chino-extremeños, una estafa en toda regla que Leonor mantiene oculta).
Y ya puestos a demostrar agradecimiento, la Diputación de Badajoz, controlada por el PSOE extremeño, controlado por Vara, creó un puesto de coordinador para el hermano de Pedro Sánchez, ¡que no se diga que no es agradecido!
Así las cosas, a nadie le pudo extrañar que cuando Pedro Sánchez consiguió el apoyo de los independentistas catalanes, del PNV, de Podemos y de Bildu, para echar al PP de la Moncloa, en la tribuna de invitados del Congreso de los Diputados se encontrara un satisfecho Guillermo Fernández Vara. El Fernández Vara de Alianza Popular, el de Rodríguez Ibarra, el de Susana Díaz y el de Pedro Sánchez.... El que toda la vida se ha ido cambiando de chaqueta sin ningún pudor cuantas veces ha necesitado para conseguir el poder.
Pero haría bien Pedro Sánchez en no perderlo de vista, quienes conocen a Vara saben que de él nunca puede esperarse ni una mala palabra ni una buena acción y Sánchez ya es el principal candidato para convertirse en el siguiente a quien el tránsfuga Fernández Vara traicionará, aunque en la actualidad Vara está bastante quemado al ser ya sus andanzas, consecuencia de su inmoral carácter egocéntrico y perverso, bastante conocidas. O sea, su historial ya le pesa, y si fuera finalmente candidato a las elecciones de 2019 en Extremadura, sin duda le pasaría factura.
De su labor política poco que destacar excepto su determinante y consciente contribución a la ruina y degeneración de Extremadura que inició durante su primer mandato presidencial, 2007-2011, y culminará con su segundo periodo 2015-2019, en consonancia con su conducta eminentemente falsaria, tramposa e impostora, reaccionaria y caciquíl, siendo su principal preocupación eliminar toda oposición a nivel regional, clientelar o represivamente, habiéndose rodeado en la región de lo peor de cada casa, dando paralelante coba a aquellos de quienes espera conseguir algo positivo para él mismo mientras se le llena la boca por sistema de falsas promesas y manipulaciones varias, habiendo dado recientemente rienda suelta a su vis religiosa por aquello de buscarse un recambio si llegado el momento Pedro Sánchez decide librarse de su cercanía vetándole como candidato regional en mayo de 2019, pués no entra en sus cálculos retornar a su profesión y trabajar.
PARA CONOCER QUIEN ES GUILLERMO FERNANÁNDEZ VARA:
AUTOBOMBO DE INVESTIDURA
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