Antonio Marcelo Vacas

“Donde la prensa es libre y todo hombre es capaz de leer, todo está salvado” Thomas Jefferson
El Régimen extremeño es como un fiera que devora a sus propias criaturas, engorda a sindicatos, asociaciones, patronales, medios de comunicación y cuanta institución o colectivo se le pone a tiro y, poco a poco, amén de desmovilizar cualquier espíritu crítico y/o reivindicativo que en su día anidara en estos entes, finalmente los convierte en híbridos irreconocibles que además de no cumplir las funciones para las que fueron creados, entran en un proceso de desprestigio creciente hasta que finalmente quedan neutralizados deviniendo en algo amorfo.
El Régimen pervierte pues da pero, exige contraprestaciones desviadas de las funciones propias de sus damnificados, e infecta con sus anómalos métodos a todo aquel que se convierte, por interés en su compañero de viaje.
Complementariamente toda vez que después de 27 años de Régimen, ha sobrevenido las más completa ruina a nuestra Comunidad, mantenida siempre artificiosamente por medio de subvenciones, todos los enredados en la telaraña caciquil, sufren las consecuencias de la degeneración socioeconómica extremeña.
Así, los sindicatos no cuentan con afiliados, del mismo modo que las patronales son un grupo de amiguetes, las empresas carecen de mercado y los trabajadores de empleo, todo colectivo con excepción de los combativos ecologistas, viven de las subvenciones y de la propaganda oficial, a cuyo respecto nos vamos a detener en el decano de la prensa extremeña, EL PERIODICO EXTREMADURA, perteneciente al GRUPO Z.
Este dócil medio, mínimamente crítico hacia el poder regional y los poderes fácticos extremeños, con alguna excepción coyuntural que confirma la regla progubernamental, tiene unas tiradas mínimas a nivel de papel, como escasas son sus visitas en su edición digital.
Al ritmo que vamos esperamos superarlos en visitas el presente año 2009. Ahí queda eso.
Origen primario de esta situación, que también afecta a su homónimo VOCENTO / HOY, es el precario estado socioeconómico que sufre Extremadura, la región con menor renta del país, mayor paro y menores índices de lectura de prensa y libros.
Complemento de este estado de cosas, es la conducta seguidista, acrítica, escasamente informativa/formativa del periódico de marras, incapaz por todo ello de atraer a los potenciales lectores, hasta llegar a una situación irreversible, como enseguida veremos.
Y es que, la prensa regional, como otros órganos extremeños, en el pecado llevan la penitencia, adoran a un dios que les ha condenado al ostracismo y a la desaparición.
Con datos del Registro Mercantil relativos a 2007, los auditores ERNST & YOUNG de Editorial Extremadura SA, expresaban:
“Según se indica en las Notas 2,e) y 15 de de la Memoria adjunta, como consecuencia de las pérdidas acumuladas, la sociedad presenta un patrimonio negativo al 31 de diciembre de 2007 por importe de 390.290 euros que está siendo financiado por su accionista mayoritario a través de préstamos, por lo que se encuentra en uno de los supuestos de DISOLUCION, enunciados por el artículo 260 de la Ley de Sociedades Anónimas, asimismo el fondo de maniobra de la Sociedad a dicha fecha es negativo en 3.669.541 euros y adicionalmente la Sociedad es garante del Grupo al que pertenece”.
El artículo 260, Causas de disolución de la sociedad anónima, Ley 19/1989, expresa en su apartado cuarto “La sociedad anónima se disolverá: Por consecuencia de pérdidas que dejen reducido el patrimonio a una cantidad inferior a la mitad del capital social, a no ser que este aumente o se reduzca en la medida suficiente”.
Esta apreciación de los auditores, es reiteración de la ya realizada el año 2006, por cuanto la Editorial referida lleva años sufriendo pérdidas, y no hay que ser adivino para presumir lo que ha sucedido en el año 2008 (a cuyo respecto algo ha sido ya publicado), en plena crisis, que afecta al grupo Z, accionista mayoritario de la repetida Editorial Extremadura y que todos estos años ha evitado la declaración de quiebra en base al apoyo financiero y patrimonial prestado, lo cual en la situación actual recesiva resulta prácticamente imposible.
Fracasado el intento de vender el Grupo Z a determinados empresarios, entre los que destacó el multimillonario extremeño Alfonso Gallardo, el futuro del Periódico Extremadura, es más negro que el abdomen de un grillo, por ser finos, cuya responsabilidad atañe a quienes buscaron solución para sus males en la propaganda institucional del régimen, que si efectivamente ha ocasionado que las pérdidas fueron menores, paralelamente el monstruo ha devorado a una de sus criaturas.